diumenge, 22 de març del 2009

EL QUE EL PAPA VA DIR SOBRE ELS PRESERVATIUS


Donat que alguns germans i germanes s'han vist darrerament interpel·lats per companys de feina i amics arran de les suposades declaracions que el Papa ha fet sobre l'ús dels preservatius i la Sida en el seu darrer viatge al Camerun, he pensat que, lluny de tota polèmica, el millor que es pot fer és tenir accés a la informació original.

És per això que m'atreveixo a reproduir el fragment conflictiu objecte de la polèmica tal i com apareix en la pàgina de notícies http://www.zenit.net/ en la seva versió castellana que, si jo he pogut trobar, també deuen poder-la trobar qualssevol periodistes de prestigi i ofici.

Ho ofereixo com un servei a aquests germans i germanes que volen saber què va dir el Papa en realitat. Aquí ho teniu, doncs, i podreu contrastar-ho amb el que està circulant en els mitjans de comunicació.

Deixo per a cada lector/a la feina de treure'n les pròpies conclusions. Dit de passada, només em sembla estrany que altres discursos del Papa en aquest viatge contra les multinacionals, el deute extern i d'altres problemes que escanyen i porten a la misèria els nostres germans d'Àfrica no hagin aparegut amb tanta ressonància. Per què serà?

EL TEXT

P. Lombardi: Y ahora, damos de nuevo la palabra a una voz francesa: es nuestro colega Philippe Visseyrias de France 2:

Pregunta: Santidad, entre los muchos males que afligen a África, está en particular el de la difusión del Sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra él es considerada a menudo no realista ni eficaz. ¿Usted afrontará este tema, durante el viaje? Querido Santo Padre, ¿le sería posible responder en francés a esta pregunta?

Papa: Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el Sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida, en los Camilos, en todas las monjas que están a disposición de los enfermos... Diría que no se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble empeño: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humano que traiga consigo una nueva forma de comportarse uno con el otro, y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo hacia las personas que sufren, la disponibilidad incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por tanto, diría, esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fuerza espiritual y humana para un comportamiento justo hacia el propio cuerpo y hacia el prójimo, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer en los momentos de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y que la Iglesia hace esto y ofrece así una contribución grandísima e importante. Agradecemos a todos los que lo hacen.